Quienes estén interesados en aportar víveres al refugio, pueden hacerlo a través de las redes sociales del Colegio Kukulcán o bien llevar la ayuda directamente a sus instalaciones ubicadas a un lado del Ombligo Verde, Calle Ixcun, supermanzana 32
Ante la llegada de decenas de haitianos a Cancún, los propietarios del Colegio Kukulcán prestaron sus instalaciones para volverlo un albergue temporal para los migrantes, los cuales podrán quedarse ahí hasta el 2 de enero, pues el 3 inician las clases.
Mariana Bracho, encargada de este refugio que comenzó a funcionar hace apenas unos días, habló un poco sobre el proceso que han seguido para poder ayudar a estas personas que huyen de Haití ante la crisis económica, política y social que se vive ahí.
“Están llegando, más o menos, cada día dos camiones diarios entonces mi mamá y yo fuimos al INM (Instituto Nacional de Migración) y vimos que estaban todas las personas en situación de calle y les ofrecimos al principio comida, pero después se complicó un poco porque la Guardia Nacional les pidió que se retiraran”, declaró.
Añadió que “la sociedad civil se ha puesto mucho las pilas y ha traído muchísima ropa, comida, pañales y demás, y eso ha funcionado muy bien y ahora lo que estamos haciendo es tratar de encontrarles trabajo para que puedan integrarse a la sociedad de Cancún y quedarse”.
Entre los refugiados hay por lo menos 18 menores de edad, cinco mujeres embarazadas y hombres de diferentes edades, quienes en conjunto suman aproximadamente 50 migrantes que están siendo auxiliados.
Quienes estén interesados en aportar víveres al refugio, pueden hacerlo a través de las redes sociales del Colegio Kukulcán o bien llevar la ayuda directamente a sus instalaciones ubicadas a un lado del Ombligo Verde, Calle Ixcun, supermanzana 32.
Lo que más se necesita, de acuerdo con Bracho, son pañales, ropa de mujer, niñas y niños, además de leche, arroz y frijoles u otro alimento que se pueda cocinar en porciones grandes para que alcance no solo para quienes están en el refugio, sino también para los demás haitianos que están en el INM.
Mariana también contó que entre los migrantes hay muchos que hablan francés e inglés, o son muy buenas cocineras o saben de oficios como albañilería, carpintería y mecánica automotriz, por lo que podrían rápido encontrar un trabajo en este destino turístico para que subsistan por su cuenta.