Cancún.- Según la Sección Amarilla, existen en Quintana Roo al menos 42 organizaciones sindicales, operadas por cerca de 600 ejecutivos, que ocupan las carteras de secretario general, de finanzas, de acuerdos, de conflictos, de actas, deportes, seguridad social, entre otros.
Para efectos administrativos, se asigna sueldos y salarios a los integrantes del sindicato, que van desde 5 mil pesos al mes hasta los 50 mil pesos, por ser secretario general. A esto hay que sumarle el “jineteo” de recursos, la falta de transparencia en el uso de las cuotas, presunto enriquecimiento ilícito de los líderes, tráfico de influencias, venta de plazas y reelecciones a perpetuidad.
El abogado laborista, José Félix López López explica que el objetivo general de los sindicatos es la negociación colectiva, velar por el cumplimiento de las leyes de trabajo, ayudar a sus asociados mediante la educación, cooperación, mejorar la prevención de riesgos y formar parte de juicios y reclamaciones, entre otros.
El problema, dice, es que a los sindicatos se les acusa de tráficos de influencias, de utilizar el dinero de los agremiados para otras actividades o hacer empresas al margen de ellos; esto deriva en el enriquecimiento de sus líderes; la falta de transparencia en el actuar de los comités ejecutivos. En algunos casos como el de Burócratas o de Maestros, las ventas de plazas son una constante.
“No se diga que cambian los estatutos a su antojo, para poder reelegirse las veces que quieran, me recuerdan le película ‘Ley de Herodes’”, enfatizó López López.
EL MARCO LEGAL
De acuerdo a la ley, “el sindicato es una asociación de trabajadores cuyo fin es defender los intereses profesionales, económicos y laborales de sus asociados… Los sindicatos tienen carácter de asociaciones sin ánimo de lucro con personalidad jurídica propia. Para que un sindicato funcione se necesita dinero, pero la finalidad no es que lo ingresado constituya un beneficio que puede repartirse”.
La Ley Federal del Trabajo, en su Artículo 356 señala que “Sindicato es la asociación de trabajadores o patrones, constituida para el estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses”. La misma ley más adelante dice que pueden ser gremiales, de empresa, industriales, nacionales de industria y de oficios varios. Ahora bien, en el Artículo 361 detalla que “Los sindicatos de patrones pueden ser: I. Los formados por patrones de una o varias ramas de actividades; y II. Nacionales, los formados por patrones de una o varias ramas de actividades de distintas Entidades Federativas”.
Como lo explica López López, los sindicatos tiene varios objetivos que “podemos dividir según los distintos ámbitos de actuación de los sindicatos: las empresas, los servicios que ofrecen a los afiliados y la negociación colectiva. De la negociación colectiva surgen los convenios colectivos, que son los que determinan los derechos y deberes de los trabajadores y empresarios en las relaciones laborales”.
En los hechos, a menudo los sindicatos se vuelven un fin en sí mismos y su beneficio propio o de sus líderes parece quedar por encima al de sus agremiados. Esto es especialmente notorio cuando los ingresos que reciben se vuelven cuantiosos, generando el inexplicable enriquecimiento de sus líderes, que se ven reacios a ceder su estafeta y terminan perpetuándose al poder, o por lo menos heredando el cargo en alguien de su mismo grupo.
MILLONARIOS RECURSOS
Por utilizar un ejemplo, el Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo” de Cancún, en un mes recibe 2 millones 500 mil pesos solo en el rubro de cuota sindical; más otros 10 millones pesos por reportes, fondo de invalidez, autoseguro, cuotas extraordinarias, grúas, clínica, empresa Maya Caribe y GreenLine del aeropuerto.
Otro ejemplo es el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) sección XXV, con sus 17 mil maestros, por cuota ordinaria recibe un aproximado de 2 millones 550 mil, más otras aportaciones que reciben del Comité Ejecutivo Nacional y de la Secretaría de Educación, tanto estatal como nacional.
Otros sindicatos que también manejan recursos millonarios son los de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y el de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (Croc), quienes, se dice, tienen un libro blanco de finanzas y otro que administran debajo de la mesa.
Hasta ahora ni Isidro Santamaría Casanova ni Martín de la Cruz Gómez tienen intención de dejar el cargo, mientras el tráfico de influencias les dé para una regiduría, tanto de ellos como de sus familiares e incondicionales.
Otros sindicatos donde se presume persisten el tráfico de influencias, son los de los Burócratas, tanto del Estado, Congreso y Poder Judicial, como el de los respectivos Ayuntamientos. La práctica de la venta de plazas, de hasta 100 mil pesos; así como la colocación de familiares de los del comité ejecutivo en puestos de la administración pública, son una constante. La cuota sindical es lo de menos, lo importante es conservar el poder.
BENEFICIOS A CUENTA GOTAS
Trabajadores burócratas que pidieron omitir nombres, porque están bien identificados en su gremio, dijeron a este medio de comunicación que religiosamente aportan sus cuotas sindicales, pues la parte patronal, en la mayoría de los casos, se las descuenta vía nómina.
“El beneficio de pertenecer a un sindicato, es que de alguna manera tienen seguro el puesto; pero de ahí en fuera no se ve por ningún lado que nuestras cuotas estén bien administradas, para recibir un apoyo conforme a estatuto, tardan en darte una resolución”.
Los maestros por su parte, están inconformes por tener un sindicato “sumiso a las autoridades, que son los patrones, y no hacen nada por mejorar las condiciones laborales de los que estamos en el campo”.