La corrupción y la delincuencia organizada están por los aires en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Cancún, luego de que las empresas transportistas oficiales fueran amenazadas de no hacer ningún tipo de señalamiento en contra del transporte pirata en la terminal aérea.
Antes, el problema que es añejo, no pasaba de la corrupción que impera en el destacamento de la Policía Federal, ya que únicamente se trataba de una protección oficial para las empresas transportistas pirata que trabajan en el aeropuerto.
Ahora, la situación ha cambiado drásticamente. Los transportistas oficiales no sólo han sido relegados de la terminal aérea, sino que han sido amenazados por parte de la policía federal y de la delincuencia organizada para salir de operaciones paulatinamente, para dar cabida al transporte pirata.
“Antes nos hacían a un lado y todas las quejas y señalamientos iban a dar al bote de basura. Ahora el que hable tiene problemas muy grandes ya que son amenazados por dos vías, la oficial con la Policía Federal y con la delincuencia que se ha coludido con los transportistas piratas. La situación es muy grave”, reveló un miembro de la Asociación Mexicana de Transportadoras Turísticas a los diarios POR ESTO!
La situación es sencilla. El aeropuerto opera las 24 horas, cada día llegan en promedio más de 24 mil personas que requieren del servicio de transporte a la ciudad u hotel donde se hospedarán. La mayoría de los turistas que llegan al destino cuentan con un paquete que incluye transportación a cargo de las agencias receptoras y tour operadoras que prestan servicios turísticos en la zona.
Sin embargo, existe un porcentaje de 30 por ciento de turistas que no llegan a Cancún con servicio de transportación. Es ahí cuando entran los transportistas piratas protegidos por la Policía Federal.
De acuerdo a miembros de la Asociación Mexicana de Transportadoras Turísticas, en promedio la Policía Federal encabezada por González Valdepeña, recibe entre 350 mil y 450 mil pesos mensuales por parte de los transportistas piratas.
Esta cantidad es la “cuota” que se tiene que cubrir para operar libremente en las terminales 2 y 3 del Aeropuerto Internacional de Cancún, principalmente. La 3, es la de mayor movimiento de turistas extranjeros día a día.
Hasta el 2013, se habían contabilizado 70 unidades piratas en el aeropuerto; actualmente suman ya cerca de 150 camionetas, es decir, el doble de número en un lapso de dos años.
Esta situación se da porque el transporte “pirata” es una práctica que no ha sido erradicada del Aeropuerto Internacional de Cancún, cuya presencia afecta directamente a ambas empresas, que tienen que pagar cifras enormes a Aeropuertos del Sureste (Asur) para poder operar, pero a cambio; no reciben ninguna garantía.
La concesionaria del aeropuerto simplemente se “lava las manos” en el tema del transporte “pirata”, alegando siempre que corresponde a las autoridades federales frenar esta práctica ilícita.
Sin embargo, la propia Policía Federal es promotora y partícipe del pirataje en el aeropuerto de esta ciudad.
La corrupción y simulación de la Policía Federal en el Aeropuerto de Cancún
En el 2013 la Policía Federal simulaba operativos de revisión. A partir de este año, no existe nada de eso.
Son las 11 de la mañana del lunes, la terminal 3 comienza a tener el movimiento más fuerte. Veinte camionetas sin logotipos y con placas federales se aproximan rápidamente a la entrada lateral.
Ahí, los elementos de seguridad de Asur les dejan pasar. Todo pasa rápidamente. Ellos ofrecen sus servicios en 900, 700 y hasta 300 pesos. Ninguna patrulla o elemento de la Policía Federal está ni siquiera cerca.
De hecho, no hay presencia ni en la terminal 2, ni en la terminal 1. El reloj corre a las 12:30 y la misma escena se repite. En ningún momento hay policías federales para atender la situación del pirataje.
Así ha sido en los últimos 9 meses, sostiene personal de Asur, el cual ve como la Policía Federal sólo está de “adorno” en el Aeropuerto Internacional de Cancún, ya que únicamente revisan pasillos de la terminal 2, mientras que en la 1 y en la 3 rara vez aparecen.
Dentro del aeropuerto se maneja un hecho que puede ser tomado a consideración: Héctor González Valdepeña, coordinador estatal de la Policía Federal, es el principal artífice de la red de corrupción entre federales y transportistas.
Las versiones -mismas que no se han confirmado por no existir todavía una prueba en concreto- , sostienen que Valdepeña estira la mano, recibe dinero y aleja a la Policía Federal de los transportistas pirata. Así se maneja el mecanismo.
Y la red es amplia, ya que se afirma que la situación irregular que prevalece en el aeropuerto de Cancún son: la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), la Policía Federal Preventiva (PF), la Dirección de Tránsito Municipal, las empresas de grúas y corralones, las autoridades de transporte aeroportuarias, y Asur.