Ciudad de México. La captura del hombre que acosó a la presidenta Claudia Sheinbaum durante un recorrido en el Centro Histórico desató una oleada de reacciones políticas y sociales que trascienden el hecho mismo. El caso no solo evidenció fallas en los protocolos de seguridad presidencial, sino también la persistente normalización de la violencia de género en espacios públicos.
El individuo, identificado como Uriel “R”, fue detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana luego de que intentara besar y tocar a la mandataria sin su consentimiento mientras ella saludaba a ciudadanos. El incidente fue grabado por asistentes y rápidamente se viralizó en redes sociales, generando indignación generalizada.
La presidenta, visiblemente sorprendida, continuó su recorrido sin alterar la agenda prevista, pero el hecho desató cuestionamientos sobre la efectividad de su equipo de seguridad, que no logró evitar el contacto físico con el agresor. Tras la detención, el sujeto fue trasladado a la Fiscalía de Investigación de Delitos Sexuales, donde se determinará su situación jurídica.
Colectivos feministas y legisladoras exigieron un mensaje contundente del gobierno, recordando que ninguna mujer —sin importar su cargo o nivel de poder— está exenta de sufrir agresiones. “Si esto le pasa a la presidenta, imaginen lo que vivimos todas las demás”, señalaron diversas activistas en redes sociales.
El episodio también reavivó la discusión sobre la eliminación del Estado Mayor Presidencial y los actuales esquemas de protección a altos funcionarios, considerados por algunos como insuficientes ante los nuevos escenarios de exposición pública.
Más allá de lo ocurrido, el caso representa un desafío político para la propia Claudia Sheinbaum, quien ha hecho de la defensa de los derechos de las mujeres uno de los ejes centrales de su discurso. La sociedad espera ahora que su administración responda con firmeza y coherencia frente a una agresión que, además de personal, simboliza la urgencia de erradicar la violencia machista en todos los niveles.
