Ciudad de México — La Barra Mexicana Colegio de Abogados (BMA) hizo un llamado firme a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que salvaguarde el principio de cosa juzgada, al advertir que su vulneración pondría en riesgo la seguridad jurídica y el equilibrio del sistema judicial mexicano.
Un principio bajo amenaza
El organismo recordó que la cosa juzgada garantiza la estabilidad de las resoluciones judiciales, evitando que sentencias ya firmes puedan revisarse arbitrariamente. “Una vez que una resolución adquiere firmeza, debe prevalecer como garantía del Estado de Derecho”, señalaron juristas del gremio, quienes consideraron que abrir la puerta a revisiones excepcionales sentaría un precedente peligroso.
Contexto del conflicto
La preocupación surge tras recientes discusiones en el Poder Judicial sobre la posibilidad de revisar fallos dictados por salas que fueron suprimidas tras la reforma judicial. Algunos sectores plantean reexaminar sentencias en amparos directos que ya habían causado estado, lo que, según los expertos, podría vulnerar el principio de definitividad y afectar la confianza pública en la justicia.
Riesgos institucionales
Modificar o reabrir resoluciones sin los cauces legales establecidos afectaría gravemente tres pilares del sistema judicial:
Seguridad jurídica, al generar incertidumbre sobre la validez de sentencias ya concluidas.
División de poderes, al permitir revisiones fuera de control procesal.
Debido proceso, al desconocer derechos adquiridos por las partes.
El gremio insistió en que permitir tales revisiones significaría socavar la función jurisdiccional, abriendo la puerta a interpretaciones políticas o discrecionales de la justicia.
Llamado a la Corte
La BMA pidió a los ministros actuar con prudencia y apego estricto a la Constitución, subrayando que solo las vías procesales expresamente previstas en la ley pueden justificar una revisión. “Preservar la cosa juzgada no es una formalidad, es la base de la confianza ciudadana en el sistema de justicia”, remarcaron.
Conclusión
La Suprema Corte enfrenta una decisión de trascendencia histórica: defender la estabilidad jurídica del país o abrir un precedente que erosione la certeza de las sentencias firmes. La respuesta que adopte marcará el rumbo del respeto al Estado de Derecho y la solidez institucional de la justicia mexicana.



