Una red de cubanos dedicada al tráfico de indocumentados opera desde hace más de tres años en este destino turístico, las lanchas en las que hacen el traslado de ilegales de Cuba a México, tienen motores que ellos mismos modifican para que sean superiores a las de las autoridades marítimas mexicanas y cubanas.
Esta organización delictiva no solamente pacta el cruce de los ilegales con familiares en los Estados Unidos, sino también “comercializan” con beisbolistas reconocidos, de los cuales se omiten sus nombres, son tres casos que han documentado las autoridades, en los cuales los deportistas actualmente ya se encuentran colocados en empresas patrocinadoras de béisbol.
Estos personajes del “rey de los deportes” son los más cotizados, incluso las bandas de criminales llegan a enfrentarse en este destino turístico, ya que son los que mejor pagan por llegar a Estados Unidos.
Tiene seis y cuatro meses que los traficantes lograron colocar a “peloteros” en el país vecino, en uno de los casos, un grupo contrario logró “robar” a uno de los beisbolistas a la célula que lo había cruzado de Cuba a México.
Familiares, que reclamaron el cuerpo del hondureño Francisco Arnoldo, quien fue ejecutado el 5 de mayo de los corrientes sobre la avenida Del Sol, saben la forma de operar de las mafias cubanas en México y Estados Unidos.
Incluso aportaron datos de las empresas o equipos donde fueron colocados los cubanos beisbolistas, quienes actualmente tienen sueldos de varios miles de dólares.
Documentación falsa
La información, que es parte de la investigación de este crimen, reveló la forma de cómo ingresan los cubanos al país, el trámite que realizan ante el Instituto Nacional Migración (INM) con documentación falsa, también el método que utilizan para solicitar la naturalización y poder transitar por todo el país sin problemas.
Una de las argucias legales que hacen ante INM es presentar como hijos propios a menores, exhiben actas de nacimientos falsas, con eso acreditan su parentesco.
Las autoridades ministeriales están formando el “rompecabezas” para desarticular estas células de criminales cubanos, la cual se avanzó en la investigación con la ejecución del hondureño Francisco Arnoldo, quien formaba parte de una red de traficantes de personas conformada por cubanos y centroamericanos, él era un experimentado mecánico de motores de lancha, los cuales modificaba a modo de que fueran más potentes en el mar.
Pacto de traslado de cubanos
La función que tenía dentro de la organización criminal era viajar a la isla de Cuba, donde ya previamente habían pactado el traslado de cubanos a las costas mexicanas, para posteriormente cruzarlos a Estados Unidos.
Parte de la información fue extraída de su celular, en el cual en un audio quedó registrada la persecución de su lancha por autoridades navales cubanas, quienes tratan de alcanzarlo, pero no pueden por los motores modificados.
Los traficantes desembarcan a los isleños en diferentes puntos de la zona norte del estado, Isla Blanca, Isla Mujeres, zona hotelera, después los llevan a casas de seguridad, donde inician el “trámite” para viajar a Estados Unidos.
Las autoridades ministeriales también tuvieron conocimiento de la operatividad de estos grupos de cubanos, dedicados al tráfico de personas, desde el 2010, cuando una célula del grupo delictivo de “Los Zetas” secuestró a los abogados J.O.C. y E.E.S., quienes se dedicaban a realizar trámites migratorios a cubanos.
Liberación de abogados
Los litigantes estaban en una casa de seguridad en la colonia irregular de Valle Verde, fueron liberados por agentes de la Policía Judicial del Estado.
Hace ocho meses, un abogado tramitador de documentos de cubanos migrantes fue “levantado” cuando llegaba a su casa, en la primera entrada de la Región 94, cerca de la avenida José López Portillo, los familiares no pidieron apoyo de las autoridades judiciales, posteriormente lo liberaron al pagar un rescate.
El caso mas reciente tiene un mes, también fue “levantado” un tramitador de documentos ante el INM, posteriormente fue liberado, según los datos que lograron obtener las autoridades judiciales.
