La presidenta Claudia Sheinbaum formalizó la integración de la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral, con el objetivo de impulsar un amplio proceso de análisis y transformación del sistema electoral mexicano. A través de un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, se estableció la estructura, funciones y duración del nuevo órgano colegiado.
🏛 *Un equipo de alto nivel al frente de la reforma*
La Comisión estará presidida por Pablo Gómez y estará integrada por siete figuras clave del Ejecutivo Federal:
* Pablo Gómez, como presidente ejecutivo.
* Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación.
* José Peña Merino, titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones.
* Ernestina Godoy Ramos, consejera jurídica del Ejecutivo.
* Lázaro Cárdenas Batel, jefe de la Oficina de la Presidencia.
* Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de asesores.
* Arturo Zaldívar, titular de la Coordinación General de Política y Gobierno.
El encargo que reciben es claro: diseñar una propuesta de reforma electoral que contemple la participación ciudadana, promueva la equidad democrática y fortalezca la legitimidad de los procesos electorales en México.
🔍 *Funciones y alcances de la Comisión*
La Comisión tendrá la responsabilidad de:
* Convocar a la sociedad para expresar opiniones, críticas y propuestas sobre el sistema electoral.
* Realizar estudios y análisis técnicos sobre los mecanismos electorales actuales.
* Formular iniciativas de reforma con base en evidencia y diálogo social.
* Establecer grupos de trabajo internos especializados por materia.
* Elaborar su reglamento interno de operación.
Tendrá vigencia hasta el 30 de septiembre de 2030, o antes si la Presidencia así lo decide. Además, deberá instalarse formalmente en un plazo máximo de diez días hábiles.
### ⚖️ *Un debate que pone a prueba el consenso democrático*
El nombramiento de esta comisión marca el inicio de un nuevo capítulo en la discusión sobre el futuro del sistema electoral del país. Entre los temas que podrían abordarse se encuentran el financiamiento de los partidos, la representación proporcional, la integración del Congreso, el rol del INE y la digitalización de procesos electorales.
La presidenta ha expresado su intención de mantener al Instituto Nacional Electoral como un organismo autónomo, lo que abre la puerta a una reforma estructural sin desmantelar las instituciones democráticas ya consolidadas.
En paralelo, se contempla la realización de ejercicios de consulta pública para recoger el sentir de la ciudadanía sobre aspectos clave de la reforma, lo que podría fortalecer su legitimidad ante la opinión pública.
🧩 *Riesgos, oportunidades y el papel del Congreso*
Uno de los mayores retos será lograr consensos legislativos, ya que cualquier modificación de fondo al sistema electoral requerirá mayoría calificada en el Congreso. También será crucial evitar que la propuesta sea percibida como una imposición desde el poder ejecutivo.
La inclusión de perfiles técnicos y políticos de alta trayectoria sugiere un enfoque serio e institucional, aunque persiste la expectativa de una participación plural y transparente, donde los distintos sectores del país puedan incidir en el diseño final.
*La reforma electoral que se avecina será un termómetro del nuevo sexenio.* Su contenido, su método y su recepción pública marcarán el tono de la relación entre ciudadanía, partidos políticos y gobierno durante los próximos años. La Comisión tiene en sus manos no solo el diseño de nuevas reglas del juego democrático, sino también la oportunidad de restaurar la confianza en las instituciones y abrir una nueva etapa en la vida política del país.