Parafraseando al admirado político español Julio Anguita, un alfil blanco y uno negro se diferencian por el color pero en el tablero son lo mismo. En el fondo el PAN, el PRD y Morena son una manifestación de un pensamiento conservador. He llegado a esta conclusión después de estar observando estas últimas semanas el comportamiento de estos partidos y sus principales actores ahora que se acercan las elecciones. Todo parece indicar que la crisis política los ha hecho caer en una espiral de lógica ilógica que ha mezclado los colores y no se puede diferenciar unos de otros.
Estaba por terminar el año cuando la morena de Obrador, es decir, la diputada Luisa Alcalde por medio de un vídeo en la red hablaba de manera explicativa, documentada, sin embargo falaz, imprecisa y parcial el tema del aumento al salario mínimo. Dicho vídeo concluía invitando a sus seguidores a recurrir a la protesta social y la desestabilización para presionar al gobierno y este se viera “obligado” a debatir el tema en las Cámaras; lo cual mostraba dos lamentables facetas, la primera, que la apuesta de su partido es seguir el viejo refrán de a rio revuelto ganancia de pescadores y, la segunda, tristemente su incapacidad como diputada para llevar una iniciativa al pleno y tener que recurrir a la presión social para que desde las calles le hagan su chamba.
Lo curioso del tema del salario mínimo es que es la bandera política de tres partidos que en el papel son diametralmente opuestos, que luchan por denostar sus diferencias, pero que en el cotidiano nos han demostrado que parecen trillizos, es decir, el PAN, el PRD y Morena. Como si no hubiera temas de mayor preocupación para nuestra nación, los partidos de oposición se fueron por la populi y rojilla propuesta de elevar el salario mínimo. Tratan de hacer ver a los ciudadanos que elevar el salario mínimo es como cocinar una sopa instantánea, pero en realidad es algo mucho más complejo. Así pues, aventaron a sus reinas a las cámaras, el PAN a Ricardo Anaya, el PRD a Mancera y Morena a Luisa María Alcalde pero de los tres no se hace ni una propuesta viable.
Llegó el nuevo año y al ver las extravagantes propuestas del mundo de la moda para este año, los trillizos decidieron competir entre ellos para ver quién podía ser más incongruente, disparatado e irreverente. De pronto el incongruente, el mundo al revés, el Dr. Jekyll y el señor Hyde y, los tres chiflados pasaron de ser ficción a una realidad.
El PAN se ambientó en el Incongruente del escritor Ramón Gómez de la Serna, pues la primera treta del blanquiazul fue postular a Luisa María Calderón, hermana del expresidente Felipe Calderón a la gubernatura de Michoacán, mostrando que este aún conservaba cierta influencia sobre su partido. Sin embargo días después muchos panistas se llevaron una sorpresa cuando se enteraron que Margarita Zavala esposa de Calderón fue excluida de la lista de plurinominales, lo cual para mucho analistas suponía la pérdida de influencia de los Calderón sobre su partido ¿o será que Calderón prefirió un favor por su hermana que por su esposa?
Después su presidente Ricardo Anaya sacó a la luz un spot que demuestra sus habilidades discursivas sin embargo, parece de mal gusto que pretenda engañar a los ciudadanos. Habla de incrementar el salario mínimo dándole la espalda a sus aliados históricos, los empresarios; habla de meter a la cárcel a los corruptos y aún no se entrega a las autoridades para que investiguen el vídeo donde anda pidiendo moches para su partido. Habla de un cambio de rumbo pero apenas pudimos salir con muchas heridas del panismo, además, a dónde nos pretende llevar ¿a las fiestas de sus diputados? ¿A su grupo juvenil neonazi? O quizá a ningún lado.
El PRD por su parte optó por revivir el Mundo al Revés de Miguel Cossío Woodward, pues se le ocurrió salir con la puntada de lanzar un spot político de mucha bajeza ética y moral, de mucho oportunismo y -disculpen la expresión- de mucho joputismo, al tratar de sacar raja política del caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa. En dicho spot tratan de engañar al ciudadano al tratar de mostrar un PRD como uno más en busca de la justicia, un partido defensor de las causas sociales y en cierta medida promotor de la lucha social, cuando todo aquel que tenga a la mano un periódico o un televisor sabe que fue un alcalde y un gobernador de su partido los que desaparecieron a los normalistas. No obstante pretenden culpar a otros de sus pecados hasta al “anticristo”.
Por su parte Morena eligió al Dr. Jekyll y el Señor Hyde del autor Robert Louis Stevenson, pues en el cotidiano dan la apariencia de que son pueblo, dan la apariencia de que son honestos, dan la apariencia de que son diferentes, pero cuando el dinero llama se transforman en verdaderos monstruos. Al menos nos pudimos enterar del verdadero ser de su líder Andrés Manuel al hacerse público que recibió desde el 2006 66 millones de pesos. Resulta que su Honestidad Valiente no salió tan honesta y su Austeridad Republicana no resultó ser tan austera. Bien nos advertía Mateo que nos cuidáramos de los lobos con piel de ovejas.
Pero el asunto no se quedó así. Morena le quiso jugar a los tres chiflados y decidió ganarle a sus trillizos con una de sus ocurrencias, rifar las candidaturas. Si de por si el político no es respetado, ahora Morena decidió devaluarlo por completo. Es entendible que pretendan hacer parecer que cualquier mortal puede llegar a ser diputado, sin embargo, si unos institucionalizaban el dedazo parece que ellos han optado por institucionalizar divertidamente el dedazo. Habrá que esperar qué jueguito se les va a ocurrir para sortearse la candidatura presidencial del 2018, aunque se rumora que AMLO ya compró todas las rifas.
Ahora sí que este año como cualquier año electoral está de locos. Parece que a la oposición se le ha olvidado que de lo sublime a lo ridículo hay sólo un paso. Han optado por vivir un continuo de una lógica ilógica y, no me resta más que terminar con una frase de un clásico meme “y vendrán cosas peores dice la Biblia”. (@TruGMA)



