En un proceso electoral inédito en Quintana Roo, en dónde únicamente votó el 20% del padrón electoral y en algunos distritos ni siquiera el 10, los "ganadores" de dicho proceso, ocuparán sus curules conforme a la legalidad pero no a la legitimidad, pues no se puede hablar de una representación ciudadana cuando hubieron candidatos que ganaron con un total de 2000 votos y algunos más, ni siquiera lograron superar ese porcentaje.
Ya se veía venir esta catástrofe electoral, cuando la gran mayoría de los electores no sabían ni quienes eran los candidatos de su distrito y en el peor de los casos los si conocidos, de lo único que gozaban era del rechazo y la antipatía de los votantes.
Si bien es cierto que el "gran ganador" de las elecciones fue MORENA junto con las rémoras PT y Partido Verde, también es cierto que los muy pocos electores que votaron por ellos, no representan ni por mucho el pensar de la ciudadanía y menos el sentir de todos los Quintanarroenses, de tal manera que si con ello piensan que podrán colocar ya en la silla gubernamental en el próximo proceso electoral a la saltimbanqui de Marybel Villegas, yo les diría que no se confíen pues tan solo en el municipio administrado por Mara Lezama con desastrosos resultados y que representa el 60% del padrón electoral del Estado, la verdad es que ni Chucho Pool, podría aspirar a un triunfo en caso de llegar a ser el candidato por MORENA.
Lo que si es una verdad inocultable, es que el PRI ya le puso una lápida de tres niveles a su tumba pues si hasta el momento de 15 solo lleva una y todo indica que hasta ahí llegará, ni con nuevas promesas y mucho menos con candidatos sacados del ostracismo político y mucho aún menos con nuevo himno y con el decantado estribillo de un nuevo PRI, podrán volver a colocarse, al menos en mucho tiempo, en las preferencias electorales salvo que por esas cosas de la política que muchas veces no se entiende, hagan alianzas con sus peores enemigos y así quizá puedan lograr algo... He dicho.
