Tulum.- El exceso de velocidad por parte de unos turistas fue la excusa utilizada por un agente de la Tránsito para aterrorizarlos y amenazarlos con detenerlos y remolcar su vehículo, con el único fin de que aceptaran darle 3 mil 800 pesos, dinero que él se encargó de obtener al escoltarlos hasta un cajero automático.
Así lo denunció Daniela “N” en redes sociales. En una publicación, afirmó que fue amenazada y su primo esposado por el agente municipal, que se negaba a multarlos y cada vez amenazaba con más acciones en su contra, para orillarlos a que le dieran la “mordida” que exigía.
Todo ocurrió hace dos días, cuando ambos turistas, de la Ciudad de México, circulaban en un automóvil rentado a 60 kilómetros por hora sobre la avenida Tulum, en una zona de 40 kilómetros. Por ese motivo, fueron detenidos por el agente municipal, que al ver que la pareja pedía su multa y no accedía a darle dinero, procedió a retirarles la placa al vehículo.
Daniela le imploró al policía que no hiciera eso, porque el vehículo era rentado y así no podrían entregarlo; además, corría el riesgo de perder su vuelo. Le reiteró que ellos deseaban pagar la multa, pero no a él.
“El Tránsito se molestó muchísimo y dijo que ‘ya me había cargado’, que teníamos aliento alcohólico y que una grúa se llevará el carro”, narró la mujer.
Aunque le dijeron que eso no era cierto, el policía procedió a esposar al hombre y hacerle tres veces la prueba de alcoholemia, que invariablemente salió en “0”.
Pese a ello, el agente insistió que tendrían que ir a un juzgado, para que un juez los valorara, por lo que los remolcaría con ellos adentro. Inclusive se reía de que perderían su vuelo y que ellos eran la autoridad, por lo que no podían hacer nada.
La mujer le tomó una foto al agente, quien hizo lo mismo con ella y la amenazó, pues afirmó que la encontraría y que se arrepentiría, además que se encargaría de meter a su primo a la cárcel.
En todo esto, arribó una policía municipal, que habló por separado con la mujer para decirle que “lo mejor que pueden hacer es pagar”, porque ese Tránsito es conocido por su prepotencia.
“Al final, tuvimos que ir al Chedraui y entré a pagar y me dijeron que todo sería afuera. Así que justo afuera les dimos 3 mil 800 pesos y nos colocaron la placa, dejándonos ir.
El agente de Tránsito también revisó el celular de la turista y borró la foto que le había tomado. Pero ella la pudo recuperar con un programa especial, misma que compartió en Facebook.
