Ciudad de México.- 18 de cada 100 adultos mayores padece algún tipo de violencia o maltrato, la mayoría de las cuales están ejercidas por los mismos miembros de la familia.
De acuerdo con Liliana Giraldo, investigadora del Instituto Nacional de Geriatría, diferentes estudios a nivel local y nacional, donde un 8.1 por ciento y 18.6 por ciento de los 11 millones 668 mil 342 personas mayores de 60 años, viven actos que les agreden, intimidan o que ponen en riesgo su salud.
La violencia se ejerce de diferentes maneras: física, psicológica, sexual y económica, el maltrato por otra parte es resultado de la negligencia, de manera particular a aquellos ancianos que se encuentran discapacitados o presentan algún tipo de dependencia.
La investigadora dijo que las huellas de la violencia se reflejan en el cuerpo a través de hematomas, fracturas o síntomas que evidencian la fuerza de los pellizcos, empujones o golpes de los responsables y los familiares.
El 85 por ciento de la violencia a los ancianos la ejerce un familiar, 60 por ciento de los cuales son hijos o cónyuges; frente al 15 por ciento de las agresiones ejercidas por cuidadores, vecinos o personas que conviven con ellos.
Las principales víctimas son mujeres y el ámbito donde se ejerce se basa en la confianza, lo cual tiene efectos severos en la vida de los adultos mayores; por otra parte, el género establece diferencias en el trato, pues las hijas ejercen mayor violencia psicológica, mientras los hijos recurren a lo físico y lo económico.
La violencia, desde la perspectiva de Giraldo, obedece a estereotipos y estigmas contra la población, así como una desvalorización social, por ello considera importante dimensionar la magnitud del problema para elaborar programas sociales y políticas públicas eficaces focalizadas en dicha población.
"Todos tenemos que cambiar el chip como sociedad y no ver el envejecimiento solo como sinónimo de vejez, sino diferenciar muy bien este proceso que conlleva el envejecimiento, que se da desde que uno nace prácticamente."
Ana Gambles, coordinadora de Gerontología del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores, de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal, indica como factor clave para el combate de la violencia, el empoderamiento de los adultos mayores y fomentar en ellos la consciencia de que son sujetos de derechos humanos, así como acercar los servicios y generar apoyo entre la comunidad.