Acostumbrado a que tomen decisiones por él, el presidente municipal de Benito Juárez (Cancún), Remberto Estrada Barba demuestra que no puede con el encargo otorgado por el pueblo, pues ahora que está al afrente de la administración, las pifias son constantes, que aquella imagen que tenía de “buena onda”, ahora cambió a indiferente, por no decir la palabra vulgar que usan en las regiones.
Adicto a la metrosexualidad, Remberto se olvidó de gobernar, pensó que los recursos del Ayuntamiento son de su propiedad y pueden ser usados al arbitrio de sus antojos, para pagar sus gustos refinados y los viajes por el Caribe mexicano en compañía de sus amigos.
Prefirió rodearse de “sus cuates” y sus incondicionales, que de personas experimentadas, pues no quería que evidenciaran su falta de conocimiento de la hacienda y la administración pública. Así da “bandazos” en el nombramiento del Secretario (Director) de Seguridad Pública, donde no hay un orden, tanto que los propios policías reclaman su pago del Fortaseg, además de las prestaciones de ley, ya le hicieron un plantón y ni siquiera dio la cara.
Tanto sus relaciones públicas (¿acaso la tiene?), como su comunicación social están por la calle de la amargura, hay más de 20 personas trabajando en estos temas con salarios que rebasan los de un trabajador de servicios municipales; aún así, no logran transmitir el mensaje de un gobierno de orden, sino que con sus pifias, sus boletines con falta de ortografía, su mala sintaxis y su grilla interna dan la impresión que la administración de Remberto Estrada es un desorden, no cabe duda que “lo que natura no da, Salamanca no lo presta” ( a ver si lo entienden). Solo basta recordar el video de “cancuncito”.
Lo más desafortunado es que él no toma las decisiones en el gabinete municipal, es víctima del “cilindreo” de los senadores Jorge Emilio González Martínez y Félix González Canto, quienes le dictan la plana política, pero no solo esa, sino que también le imponen a su antojo a los funcionarios de primer nivel, sin que el presidente municipal pueda objetar algo.
Benito Juárez está en su peor momento, no hay orden en la administración pública, cada quien hace lo que quiere y jala agua para su molino. En el cabildo se demuestra la falta de liderazgo de Remberto Estrada Barba, hay regidores que tienen mayor experiencia y conocimiento que el propio presidente, está solo, pues los propios priísta lo ven como un error que no están dispuestos a repetir el error de reelegirlo.
El muchacho tuvo una gran oportunidad en sus manos, y a un año de haber llegado solo demuestra lo mucho que se importa él mismo, las condiciones laborales de los empleados le interesan muy poco, las calles de las regiones no le importan, al fin y al cabo él no transita por esos lugares; los servicios públicos municipales pueden esperar, aunque ya el relleno sanitario esté a punto de colapsar; no hay orden y el culpable es el presidente.
SASCAB
Por cierto, la alerta de género decretada en Benito Juárez duerme el sueño de los justos, porque las dependencias encargadas de cumplir con el informe de actividades, ni idea tienen de lo que deben hacer, no es una cuestión de forma, de hacer la finta que se trabaja en ello, sino esto debe ser de fondo, vuelvo a decir, la falta de liderazgo en la presidencia municipal se muestra en estas acciones.