Las grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña. –Adolf Hitler, dictador de la Alemania Nazi.
Estos últimos días han sido marcadas por dos sucesos que definirán el futuro de morena y sobre todo de López Obrador. La primera de ellas ocurrió tras el inicio del gobierno del Bronco. Andrés Manuel pretendió desacreditar al Bronco con una fotografía, aludiendo a que éste era parte de la mafia del poder y discípulo de Salinas sólo por una foto en la que saluda al jefe Diego. El problema es que las fotografías carecen de contexto por lo que por lo general no demuestran nada o habrá que recordarle al señor López de la foto en la pareciera que no saluda a un indigente. Lo que si demostró esa foto es el primer paradigma, AMLO por primera vez exhibe una gran debilidad, AMLO tiene miedo, tiene mucho miedo a Jaime Rodríguez el Bronco… tanto que ya lo llama el candidato de Salinas.
La segunda ocurrió apenas ayer, cuando en plena asamblea de morena en Culiacán Sinaloa, los militantes de morena que a esta asistieron terminaron por reventarla, pues Andrés Manuel –un sujeto que siempre carga en los bolsillos un discurso de la honestidad y de democracia- estaba imponiendo ante la multitud atónita de manera antidemocrática y dictatorial a su gallo. Con justa razón los asistentes lo increparon y reventaron la asamblea, lo ocurrido después no tiene desperdicio. El señor López en un acto de irracionalidad, intolerancia y falta de tablas políticas comenzó a llamar a sus seguidores “enviados de la mafia del poder” y ayudantes del PRI; así es, atacó a su propios seguidores y terminó por imponer por la fuerza y la cerrazón a su gallo.
Con lo anterior quedan demostradas dos cosas, por un lado que Andrés Manuel ha ido perdiendo su talento político con los años –si alguna vez lo tuvo- y la segunda, que si morena sigue poniendo su destino en manos de AMLO, terminará siendo otro gran fracaso de este personaje y otro amargo recuerdo que olvidar. Pues López Obrador a lo largo de su carrera política ha dejado constancia de que si hay alguien que ayuda a la mafia del poder –si acaso existe- es él, pues sirve de válvula de escape para liberar la presión social y así evitar o prolongar un posible estallido social.
Andrés Manuel ha dado muestras tener problemas conceptuales, pues cree que al haber creado su propio partido este funcionaría como una especie de empresa, donde el creador es el dueño y el dueño toma todas las decisiones e inclusive la de quién trabaja para esta y quién no. Pero un partido político no es una empresa, por el contrario aunque un partido se geste como la idea de una sola persona, se crea con el anhelo de miles y es en ese momento que deja de pertenecerle al que lo ideo y comienza a pertenecerle a todos los que forman parte y trabajan para el mismo. No te equivoques Andrés Manuel, si tu intención es llegar a la presidencia de México vas por el camino herrado.
Para que se pueda entender trataré de explicarlo de la manera más simple. Imaginen que morena es un equipo de fútbol que creó López Obrador para jugar en una liga donde entre dos equipos se reparten la mayoría de las victorias. El error del señor López es que al sentirse dueño del equipo –pues él lo creó- ha decidido que en el partido sólo jueguen sus amigos y los que no son sus amigos vayan a la banca. Esto ha provocado que su equipo pierda en todos lados menos en su casa (DF). Si el señor López pretende levantar la copa debe entender que en la cancha deben jugar los mejores y no sólo meter a sus amigos –malos- por ser su amigo. Pero puede que la intención del señor López de haber creado el equipo no es ganar la copa, sino meter a sus amiguitos a jugar para que estos se diviertan. Es por eso que les auguro una derrota en el torneo del 2018.
Morena va a la deriva y seguro encalla. Porque López Obrador se ha convertido en una suerte de capitán de ese barco llamado morena, en el que sólo espera que sus marineros le aplaudan por cada movimiento de timón, por cada nombramiento y cada verborrea sin cuestionarle; que su contramaestre le diga que siempre va por el camino correcto y ni se le ocurra señalar que ha herrado el camino; y que sus grumetes aprendan a señalar a todos aquellos que no comparten las decisiones del capitán pues aquel que se atreva a contrariarlo tenga por seguridad que será arrojado por la borda para formar parte de ese inexplorado, desconocido y misterioso mar de ambigüedades conocido como “la mafia del poder”.
Si lo que López Obrador quieres es la omnipotencia, que deje morena y se lance de independiente, aunque ya dejó constancia que lo que quiere no es el tesoro sino que sus amiguitos piratas se diviertan con el caos. Si morena quiere convertirse en un proyecto político serio tiene que hacer una cosa de manera urgente, dar un golpe de timón y quitarle el mando a López Obrador.
El rumbo al que Andrés Manuel ha venido conduciendo a morena es el mismo rumbo al que condujo sus anteriores “barcos políticos” (dígase PRD, Convergencia, PT, entre otros) a su temido despeñadero. Se hunde el barco y aquel que sabe navegar en estas traicioneras aguas que son la política sabe que cuando un barco se hunde los primeros en abandonarlo son las ratas ¿o no Andrés Manuel? Amlovers, mucho cuidado con el iceberg que se avecina en el 2016, luego no digan que no se los dije. (@TruGMA)