De las 97 patrullas en renta que fueron donadas al ayuntamiento de Benito Juárez, sólo 47 funcionan y las otras 50 presentan alguna avería, afirmó Jesús Pérez Abarca, titular de la Secretaría de Seguridad Pública municipal.
“Hay alrededor de unos 30 vehículos aproximadamente que de plano ya no están en condiciones de seguir trabajando”, dijo el funcionario a este medio.
“Además hay otros 20 vehículos que les hace falta un mantenimiento preventivo”, abundó.
El no contar con vehículos en óptimas condiciones para la vigilancia pública, refirió el comandante, merma la capacidad de la corporación encargada del orden y la paz públicos.
Ante las condiciones en que la nueva administración municipal recibió el parque vehicular para la vigilancia pública, precisó, aquellas patrullas que necesitan de un mantenimiento preventivo, se están empleando para la guardia en lugares donde no se requieren traslados.
La flotilla de vehículos fue donada al ayuntamiento por la arrendadora Grupo Empresarial Urfisa S.A. de C.V hasta agosto pasado.
A dicha empresa se le concedió un contrato para la renta de los automóviles de seguridad, servicio que brindaría de enero a agosto de 2018 por un monto de 46.5 millones de pesos, es decir, 4.6 millones de pesos al mes.
El pasado 5 de septiembre, el ex alcalde del Partido Verde Ecologista de México, Remberto Estrada Barba, dijo que se llegó a un acuerdo con la empresa para la donación de las unidades.
“Las que estén en buen estado, desde luego, se van a quedar y van a estar al servicio de la próxima administración”, confió en ese entonces a esta casa editorial.
Como la mitad de la flotilla no funciona, Pérez Abarca aseguró que ya se contempla la adquisición de nuevas patrullas, aunque no sabe si serán compradas o alquiladas nuevamente.
Por otro lado, ante la polémica que causó el nombramiento de Pérez Abarca en la titularidad de la Secretaría de Seguridad, la presidenta municipal Mara Lezama dijo que le concedería un periodo de gracia de tres meses para que demuestre resultados positivos en el combate a la inseguridad, de lo contrario, se evaluaría su estancia.
Consultado sobre el tema, Pérez Abarca refirió que en esos tres meses es difícil de bajar los delitos de alto impacto, pero sí es posible avanzar en otras áreas.
“En donde se mostrarán resultados es en el comportamiento del personal, alineamiento de los mecanismos de trabajo y operativos, así como la redistribución de los sectores o zonas para poder desempeñar una cuadrícula que le permita a los compañeros atender un menor territorio y darle una atención más personalizada a los vecinos de cada uno de los cuadrantes”, dijo.
Fuente: Luces del Siglo