El presidente uruguayo, José "Pepe" Mujica , acostumbrado a hablar sin pelos en la lengua, desató durante un fin de semana un conflicto diplomático con México, después de hablar sobre la desaparición de 43 estudiantes, hace dos meses, en ese país. Finalmente, el ex tupamaro debió rectificar su apreciación de que México es un "Estado fallido" después de que el gobierno de Enrique Peña Nieto pidió al embajador uruguayo dar explicaciones.
La polémica estalló con la publicación el viernes de una entrevista de Foreign Affairs Latinoamérica en la que Mujica calificó de "terrible" la situación de México, y aseguró que desde lejos parece que el país fuese "una especie de Estado fallido, que los poderes públicos están perdidos totalmente de control, están carcomidos".
"Es muy doloroso lo de México. Yo apelo a que México reaccione en su ética y en su moral", agregó.
Mujica, quien concluye su mandato en marzo de 2015, sostuvo que la desaparición de los jóvenes se debe a la corrupción, instalada como una "tácita costumbre social" y que México está obligado a aclarar el caso "caiga quien caiga, le duela a quien le duela y tenga la consecuencia que tenga".
Peña Nieto sumó así un problema diplomático a la indignación popular por la desaparición de los estudiantes en Guerrero -y su presunta masacre- y a las denuncias de corrupción contra la primera dama.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México manifestó ayer un "sorpresa y rechazo categórico" a las declaraciones de Mujica y citó al embajador de Uruguay en México, Jorge Alberto Delgado, para que diera explicaciones.
En respuesta a Mujica en un comunicado, las autoridades mexicanas reafirmaron además su "compromiso de continuar las investigaciones con claridad, transparencia y responsabilidad".
RECTIFICACIÓN
Anoche, poco después de la medianoche, el mandatario uruguayo rectificó su declaración en una nota difundida por su despacho, en la que ofreció a México "apoyarle en todo lo que pueda facilitar el enfrentamiento de este difícil momento".
"Las crudas noticias que nos llegan sobre las consecuencias del narcotráfico en países como Guatemala, Honduras y ahora México, nos gritan una verdadera lección de dolor", dijo el mandatario, al subrayar que "no son, ni serán, estas naciones, estados inocuos o fallidos".
Mujica expresó su "solidaridad con México, su sistema político y su gobierno", y manifestó "confianza en el capital político que reside en sus partidos y sus instituciones democráticas".
"Medimos la dimensión del enemigo que México enfrenta, pero creemos en las reservas éticas y en el compromiso tácito de todos los que se sienten orgullosamente mexicanos, y confiamos en su fuerza para enfrentarlas y vencerlas", concluye el comunicado.