¿Te molesta que hablemos de política? Refúgiate en las telenovelas, el fútbol y la fantasía… y ruega que la realidad no te alcance. –Anónimo.
Los últimos días vivimos momentos convulsionados, intensos, inverosímiles y hasta trágicos. Nos quedábamos estupefactos ante las prácticas chinas de un festival donde se comen perros; nos invadía el coraje cuando veíamos como un par de imbéciles golpeaban a unos cachorros; algunos celebraban mientras otros condenaban la resolución de las Cortes mexicana y americana sobre los matrimonio igualitarios; sufrimos la noticia del asilo incendiado en Mexicali en el que murieron muchos adultos mayores y; seguíamos pendientes de la lucha magisterial.
Tantos y tantos hechos, tantos y tantos sucesos y la compleja manera de pensar, reaccionar y actuar de la sociedad mexicana no deja de sorprenderme. No me declaro ajeno, sino que me asumo parte de la colectividad y como parte de la colectividad hay mucho análisis por hacerse, mucha reflexión e introspección por realizarse. Será que como pueblo tanta luz nos ha dejado ciegos; acaso es que nunca hemos visto la luz; tal vez vivimos en la dicotomía de una realidad contradictoria; o quizá es sólo un estado de locura transitoria.
Aún miro con incredulidad como los vídeos de los dos jóvenes golpeando a unos cachorros y el festival de comer perros en China causó más indignación y coraje entre las personas que el incendio provocado de un asilo en Mexicali donde murieron 17 personas. Si bien, es de sicópatas el maltrato animal, imagínense lo dañado mentalmente que debe estar un individuo para incendiar un asilo de ancianos indefensos.
Ya hace casi un año de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la cual causo tanta indignación al grado de pedir la renuncia del Presidente de la República; hace una semana fueron incendiadas a plena luz del día 17 ancianos y no causó ni una gota de indignación comparada con los océanos de indignación causada por los normalistas o los mares de indignación por los cachorros violentados. Y me pregunto, ¿qué no todas las vidas valen igual? ¿Por qué esta ceguera selectiva? Pobres de las víctimas en México, pobres de aquellos que a su muerte no se le pueda clavar una bandera política, pues su destino es quedar en el olvido.
Pocos días después de la tragedia triunfó el amor –para algunos- para otros el degenere. Los matrimonios igualitarios se volvieron una realidad en México y poco después en Estados Unidos. Lo curiosos es como cuando ganó el amor en México pasó desapercibido para la gran mayoría, sin embargo cuando ganó el amor en Estados Unidos se festejó como fiesta nacional, sin embargo eso obedece a muchos factores. Lo polémico del caso fue los polos extremistas que no han parado en ataques a ambos bandos. Por un lado los religiosos condenan la homosexualidad como algo antinatural, mientras que los “amorosos” han sexualizado las más sagradas imágenes e íconos de los religiosos. El amor verdaderamente va a triunfar cuando como decía Cristo, nos amemos los unos a los otros, pero sin recato.
Todo esto estuvo pasando mientras los maestros seguían en la lucha. No se cuestiona la lucha, la verdadera pregunta es ¿Por qué se lucha? Unos hablan de la defensa de la educación pública, otros de la educación de calidad, otros dicen que luchan contra las “reformas neoliberales”, otros contra la evaluación docente y otros parecen luchar contra trabajar o perder sus privilegios.
México invierte 6.2% de su PIB en educación, sin embargo la calidad educativa no es aceptable. Tenemos aulas de clases que se caen a pedazos, escuelas sin ninguna medida de sanidad o seguridad y muchas fallas de infraestructura. Pero, ¿por qué si invertimos tanto en educación tenemos tan malas condiciones de infraestructura y pésima calidad educativa? Pues porque el 83.1% de ese dinero se va para pagar el sueldo de profesores, es decir el 93.3% para toda la comunidad académica, lo que nos deja un 6.7% para todo lo demás.
Y es que históricamente los vicios del sindicato y de la coordinadora de la educación hicieron lo que quisieron con los gobernantes para llenarse de privilegios como los sueldos de entre 53 mil y 263 mil pesos mensuales que ostentan algunos maestros o heredar una base para dar clases aunque el beneficiado sepa menos que los alumnos. Es por eso que muchos tienen pánico a ser evaluados y muchos otros tienen miedo a ir a trabajar pues de manifestación en manifestación nunca han puesto un pie en un aula de clases. Es por eso que los estados más rezagados en la materia (Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas) son los que más protestan pero también los que más cobran.
Lucha maestro, lucha, siempre y cuando la lucha sea digna y justa. Pero no te metas con la educación de los niños que ellos son los que menos culpa tienen. Es absurdo que pretendas defender la educación negándosela con tu omisión a los que más la necesitan. Es tonto querer afectar colateralmente al gobierno afectando directamente a los niños. Ahora sí que como dijo Pink Floyd “oye, maestro, ¡deja a los niños en paz!”.
México lindo y querido; México pobre y jodido. Esta semana vaya que me dejaste atónito, no sé si te contagiaste de la doble moral, si tienes el síndrome de la bipolaridad, si sufres de ceguera selectiva, si es un bizarro caso de discriminación positiva o si es tan sólo un estado de locura transitoria... (@TruGMA)