Es diciembre de 1996, el militar morelense José de Jesús Gutiérrez Rebollo es nombrado jefe del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas, antes ya había comandado durante siete años la Quinta Región Militar (Aguascalientes, Colima, Jalisco, Nayarit y Zacatecas) con sede en Jalisco.
Tiene entonces 62 años, de los cuales más de 42 en el servicio militar. Proveniente del municipio de Jonacatepec, Gutiérrez Rebollo se mudó joven a Cuautla y luego al Distrito Federal, de donde escalaría a las más altas esferas castrenses.
Apenas tres meses después, en febrero de 1997 el entonces secretario de Defensa, Enrique Cervantes Aguirre, dio una conferencia de prensa en la que informaba que el general Gutiérrez Rebollo, tenía nexos y protegía al líder del Cártel de Juárez, Amado Carrillo, conocido como El Señor de los Cielos.
"Durante los últimos años, el general Gutiérrez Rebollo engañó a sus superiores. Defraudó la confianza en él depositada; atentó contra la seguridad nacional de México; y vulneró el esfuerzo conjunto de las instituciones en contra del narcotráfico, ya que si bien actuó eficazmente contra algunos grupos de narcotraficantes, ahora consideramos que también sirvió consciente y preponderantemente a los intereses y al fortalecimiento de otro grupo, " dijo Cervantes Aguirre.
Según notas periodísticas de la época, una llamada anónima a la Sedena había detonado la investigación que duró 13 días. El informante acusaba al general de vivir en un departamento en Las Lomas de Chapultepec, propiedad de Carrillo Fuentes.
De acuerdo al expediente judicial, la voz anónima había sido la del chofer del general, Juan Galván Lara. El chofer declaró más tarde que el nexo entre Amado Carrillo y Gutiérrez Rebollo era el lugarteniente del capo, Eduardo González Quirarte, quien entre otras cosas, le había regalado dos autos blindados y un departamento en Las Lomas.
Pese a que sus familiares alegan que le pusieron “un cuatro” al general, y que si alguna contacto había tenido con narcotraficantes era con el fin de aprehenderlos, Gutiérrez Rebollo es removido de su cargo y detenido en las instalaciones de la Sedena bajo las acusaciones de recibir sobornos del cártel de Juárez, obstrucción de la justicia y complicidad para el transporte de droga.
Tras ser declarado culpable por ayudar al Señor de los Cielos, fue condenado a 31 años 10 meses y 15 días de prisión por el uso indebido de armas exclusivas del Ejército.
Gutiérrez Rebollo fue encarcelado en el penal de alta seguridad de Almoloya de Juárez de donde sería trasladado a un penal federal en Tepic, Nayarit.
En 2007 fue sentenciado a 40 años de cárcel y una multa de 24 millones 716 mil pesos, por los cargos de delincuencia organizada y delitos contra la salud, derivado de la colaboración con el extinto Amado Carrillo Fuentes.
En ese mismo año el general tramitó un amparo contra la condena impuesta 10 años antes y pidió que se le restituyeran sus rangos militares. Si bien la pena no le fue conmutada, sus rangos sí le fueron restituidos en el 2008.
En 2011 el penal “El Rincón”, en Nayarit autorizó su traslado al Hospital Militar debido a sus malestares derivados del cáncer, diabetes y enfermedades cardiorespiratorias.